Seguro que le gustaría implantar un nuevo método de votar. Cansado de estar siempre luchando por derechos humanos y por una sociedad más crítica. Aquí se lo vamos a proponer y desarrollar.
Este proyecto surgió a través de la idea de que nos movemos en un mundo democrático donde se pueden elegir a nuestros representantes en el gobierno. La utopía se plantea como una posibilidad para poder avanzar como sociedad unida.
El voto se considera un derecho para la ciudadanía. Los ciudadanos pueden elegir a los que van a representarlos mediante unas elecciones. Las elecciones más importantes son las del presidente del gobierno, que son cada cuatro años. Si bien todo lo que hemos leído nos parece de lo más natural, tenemos que ponerlo en crisis, ya que tiene múltiples fallos este sistema.
Nos preguntamos entonces: ¿quiénes votan? ¿Todos tienen conciencia de qué es lo que están votando? ¿Cuántas personas se habrán leído un programa electoral? ¿El voto de una persona que es consciente vale igual que el de una persona que no sabe qué vota? ¿Nos centramos sólo en los actos políticos o también en aspectos externos como el físicos, cercanía con el representante, actitud de este ante la prensa, vocabulario que utiliza delante los medios...? ¿Qué ocurre cuando no votamos o dejamos la papeleta en blanco?
Es obvio que actualmente mucha gente no tiene criterio para votar razonadamente en unas elecciones. En los medios de comunicación aparecen personas que nunca se han leído un programa electoral, que nunca han tenido curiosidad por informarse o no saben el daño ético, moral o económico que pueden causar sus actuaciones. Acudir a las urnas con falta de compromiso, con intereses propios por delante, con rencor superando a la razón, con pocos planteamientos en los argumentos hace que el punto de vista político no llame la atención ya que pensamos que siempre será igual, una estafa por parte del gobierno.
Para tener una base firme con un pensamiento crítico y completo que nos ayude a ver con una perspectiva más abierta y amplia las cosas, se necesita una buena educación.
Para poder solventar esto, se ha creado un nuevo sistema en el cual podremos avanzar como sociedad. Este nuevo sistema de votación conlleva varios puntos esenciales.
Lo que se va a reconstruir será la idea de las votaciones del Presidente del Gobierno, debido a su mayor importancia y su durabilidad, que seguirá siendo cuatro años.
Los ciudadanos podrán votar directamente al Presidente. Los ciudadanos tienen que tener mínimo 20 años de edad. Se sube el número porque muchas personas no tienen conciencia crítica a los 18. Es cierto que en dos años puede que no la sigan teniendo, pero otros muchos quizás sí. Mientras más formación se tenga, mejor para el votante y la responsabilidad que conllevará. Las personas mayores de edad tienen que tener capacitación para ello, una formación en valores de la vida social y política. Requieren una ética objetiva sobre lo que ocurre en la época en la que viven.
¿Cómo se consigue tener una buena ética y conocimiento extenso sobre política y otras índoles?
Se consigue gracias a una nueva educación. La preparación para votar es importante en este nuevo sistema.
Esta nueva base en nuestras vidas empezará obligatoriamente desde los tres años hasta los dieciocho. La nueva educación va a ofrecer una base en todas las materias básicas como la Lengua Castellana, Biología, Matemáticas, Artes, Música, Historia, Inglés, Tecnología, Educación Física... pero se quitarán otras asignaturas voluntarias o refuerzos de asignaturas básicas o "tutoría" por una asignatura que tratará temas éticos, dará conocimiento político amplio sobre su historia, sus principales funciones, lo que conllevan unas elecciones, lo que implica perder las nociones políticas y su importancia desde siempre y hará ver temas que consideramos tabú actualmente. Todo esto adaptado a la capacidad que tienen los alumnos a las edades correspondientes.
Esta educación será gratuita, obligatoria hasta los dieciocho y tendrá finalmente un examen que se necesitará aprobar obligatoriamente con un SÍ.
¿En qué consiste ese examen?
El examen consiste en contestar de manera individual y crítica preguntas éticas, de nociones elementales de política, de cuestiones sociales y de derecho. Son preguntas reflexivas, no de aprenderse información de memoria. Gracias a la base previa de la educación se podrá ser crítico respondiendo.
Aunque la respuesta no convenza a los correctores, si está bien fundamentada, no habrá problema en darle el aprobado a esa persona. Se necesita una respuesta elaborada y concreta para poder aprobar.
El examen puede ser oral si la persona tiene discapacidad. Si no, para que haya constancia, será escrito obligatoriamente.
¿Quiénes serán los correctores?
Los correctores serán un grupo formado por seis personas por cada colegio electoral. Son unos tribunales que se eligen sacando a voluntarios para dicha función. Antes de aprobarlos se tiene que ver su currículum académico que darán al final de la enseñanza obligatoria. Las faltas de asistencia, los exámenes base que se hicieron en la escuela de política, ética, cuestiones sociales... serán los más valorados (estos se califican con un aprobado o con un suspenso directamente, según lo fundamentada que esté la respuesta).
Si no hay voluntarios suficientes, se escoge al azar mediante un sorteo a las personas, a las cuales se les revisará también el currículum.
¿Quiénes pueden llegar a la presidencia?
Las personas que se presenten y que tengan requisitos concretos como: tener un nivel cultural alto en cuanto a conocimientos de la vida política, las necesidades sociales del momento, ser consciente de mejoras para el país, conocer el mundo judicial, tener un conocimiento ético y empático hacia la población...
Se necesita contestar respetuosamente hacia la prensa, al igual que tener conocimiento de un idioma base, en este caso: inglés, para poder tener relaciones internacionales y servir a otros países entendiéndose.
Mantener los nervios en un congreso es esencial. Para cualquier charla o reunión no se le permitirá faltar el respeto a otra persona ni tampoco tener gestos bruscos como elevar excesivamente el tono.
Sólo podrá elegir como máximo diez carteras ministeriales, ya que si no serían demasiadas. Es decir, que el número de las personas que podrá elegir será menor. Los gastos que se reducirán por cada sueldo será invertido en otra índole social.
El partido del que sea líder tiene que ser verdaderamente democrático. Se pedirá una vigilancia continuada de la legalización de los mismos. Así será más fácil para la ciudadanía de confiar en el partido/partidos que intervengan.
Gracias a esto, se reducirá la desconfianza, los botos en blanco actuales o la falta de interés política ya que pensamos que salga quien salga hará lo mismo.
¿Cómo podemos mantener la presencia política después de la mayoría de edad y de hacer el examen correspondiente a nuestras primeras elecciones?
La persistencia política seguirá en nuestras vidas porque habrá unos cursos profesionales voluntarios y gratuitos para todos aquellos que quieran informarse sobre la situación que se viva en el momento. Estos cursos de realizarán el primer día de cada comienzo de vacaciones. Es decir, un día antes de las vacaciones de Semana Santa, otro antes de las vacaciones de verano y otras antes de Navidad. Tres días anuales donde, por cada colegio electoral, habrá un lugar reservado para dar charlas y debates políticos actuales. Esto sirve para poder hacer ver cómo nos movemos ese año y soluciones para poder aportarlas. La ciudadanía se implicaría más, no solamente votando y para los interesados, estos cursos serán de ayuda. Para los que quieran informarse, aquí podrán coger folletos de los próximos programas electorales que se irán resolviendo y soluciones sociales y de otras índoles.
¿Qué ocurre cuando votamos mediante este método?
Que en las elecciones presidenciales no existirá en la papeleta los votos en blanco. Proponiendo este método, todos los que quieran presentarse a presidencia tendrán un nivel bueno de educación y cultura, por tanto, no se podrá "no elegir". Hay que votar a un representante obligatoriamente.
¿Qué pasa si no sigues los requisitos para votar o no asistes al examen?
No podrás disfrutar como el resto de ciudadanos de poder tener la oportunidad de formarte como persona informada y crítica sobre este tema. No podrás quejarte de los resultados de las elecciones y tampoco podrás opinar con criterio firme sobre lo que dices ya que no estás informado.
Y ante todo esto, ¿qué conseguimos?
Conseguimos tener una sociedad más culta en aspectos que nos conciernen a todos.
Los jóvenes y adultos que no tenían interés por entrar al mundo político y lo que conlleva ahora pueden tener más ganas de hacerlo.
Podemos tener criterio propio con análisis y conclusiones mejor fundamentadas. Adquiriremos numerosas ventajas, ya que entender cómo funciona la vida política, social y tener una responsabilidad ética nos hará mejores personas. Saber elegir algo bueno para nosotros y los demás siendo conscientes de ello, incrementará nuestro bienestar interno y ayudaremos a convivir mejor y ver acciones positivas que incrementarán nuestras buenas actitudes.








